Como todos sabemos, Alfred Hitchcock aparece unos cuantos segundos en todas y cada una de sus películas. Gran orquestador de bromas macabras, Hitchcock hizo
un pacto con la muerte: aparecerá unos cuantos segundos en todas y cada una de
nuestras vidas. Lo veremos a lo lejos, cruzando la calle entre la multitud; lo
veremos asomarse detrás de unos arbustos, o reflejado en el espejo de un bar, o
a bordo de un taxi que se aleja cualquier noche, cualquier año… Hay que estar
atentos.
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